Desde el año 1963, el Partido del Renacimiento Árabe
Socialista o Baaz, gobierna Siria bajo la declaratoria de estado de emergencia
y desde 1970 el presidente de Siria ha pertenecido a la Familia Assad, en la
actualidad el Presidente es Bashar al-Assad, hijo de Hafez al-Assad, quien
rigió los destinos del país desde 1970 hasta su muerte en el año 2000.
La llamada “primavera árabe” consiste en una serie de alzamientos
populares en los países árabes. Se ha extendido desde el Sahara, Túnez, Egipto,
Libia y Siria, también ha habido algunos incidentes en Marruecos que han
obligado a prevenir una revuelta general con el cambio en la Constitución de
ese país.
La revuelta en Siria empezó el 15 de marzo de 2011, cuando
miles de personas se concentran en las principales ciudades sirias respondiendo
a la convocatoria de un 'Día de la Ira'.
La revuelta ha tenido especial éxito en la ciudad de Homs,
siendo el fracaso en Damasco y Aleppo (las dos ciudades más importantes de
Siria) una de las razones por las no se ha obtenido los mismos resultados que
en otros países similares.
La represión por parte del gobierno sirio ha sido, desde el
principio, muy significativa, lo que ha motivado que se hayan producido muchas
deserciones en el ejército sirio. Desde el principio, y aunque entre las
deserciones hay altos mandos militares, la diferencia de armamento y de táctica
ha sido importante.
La ONU no ha conseguido confeccionar, a pesar de que se
reclamaba por toda la opinión pública occidental, un documento de condena al
régimen sirio, debido al veto que en el Consejo de Seguridad han impuesto Rusia
y China.
El régimen sirio tiene como aliado fundamental a Irán.
Algunos organismos no gubernamentales, aunque apoyados por USA y Reino Unido,
están planteándose la posibilidad de ayudar armamentísticamente a los rebeldes
sirios. Al contrario que en Libia, otro país árabe gobernado por un dictador,
la OTAN no ha considerado la participación de la fuerza aérea en las revueltas.
Estas dos razones, el apoyo decidido de Irán al régimen sirio y la no
participación activa de la OTAN en las revueltas, junto con la localización de
la revuelta en Homs, hace que esta no tenga mucho éxito.
Significativo es decir que la represión del gobierno sirio en
Homs es brutal.
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