sábado, 26 de mayo de 2012

El tren se va a las Jornadas de Huellas


Las IV Jornadas de Huellas de la ciudad transcurrieron con normalidad y fueron bastante interesantes. Para mi trabajo de Huellas no me fueron de gran utilidad porque hace una semana que lo termine, pero si me pueden servir para futuros trabajos.

La Jornadas del miércoles fueron dedicadas a la naturaleza. El primer exponente fue Juan Antonio Rodríguez Llano, “Segovia, una mirada salvaje”, nos hablo del paisaje natural de Segovia y de Castilla y León, tanto fauna como vegetación, nos puso dos documentales donde en el último comprobaba como la naturaleza se adapta a la mano del hombre. La segunda charla fue “Herederos del Tiempo” por Javier Bollaín, la cual me parece muy interesante y vi muy original y entretenido explicar el origen de la tierra en 24 horas, la pregunta que me marco de este exponente fue ¿Qué es el tiempo? La cual todavía no se responden. El última exposición fue la más entretenida y la que causo mayor expectación, “Hasta que se apaga el eco. Piedra, eco, ciudad”, realizada por Carlos de Hita, nos puso unas reproducciones de los sonidos de naturaleza, e incluso del campanario y las monjas dominicas, que transcurren en Segovia en diferentes horarios. El sonido que más me gusto fue el de la tormenta, porque cerré los ojos y sentía que estaba en la tormenta.
El miércoles también fui con mis compañeros a visitar la exposición temporal de Esteban Vicente. Ese tipo de arte no lo suelo apreciar mucho, pero me pareció muy interesante las historias que nos contaba la guía y el recorrido que nos hizo del museo.

La Jornada del jueves fueron las dedicadas a las artes plásticas. El primero fue el fotógrafo José María Mellado con “La huella humana en el paisaje. El eterno retorno”, nos comento sus fotografías y el hecho de hacer una foto a algo feo y mirarlo con otros ojos, también como suele trabajar el y el entorno donde las haces, ya que todas sus fotografías naturales tienen una representación humana. La segunda y la tercera fueron las escultoras Blanca Muñoz, con “El lugar como constructor de la forma”, y Sel Jiménez, con “El paso lento del arte vivo”. La primera nos explicó sus obras de arte, en lo que se basa que es en el cosmos y la naturaleza. La segunda nos hizo un paso de la historia del arte a partir más o menos de las vanguardias hasta nuestro días, y nos explico sus obras basadas en la naturaleza, la que me llamo la atención fue su obra de las alpacas, algo tan significativo sirva para hacer una obra de arte me sorprende, y la que más me gusto la escultura de su perra Abril.


                                      Escultura y cuadro de Sel Jiménez


Escultura de Blanca Muñoz  

La Jornada del viernes, el último día de conferencias, fue la parte más literal. Los tres hablaron de como descubrir ese “misterio”.  El primera charla fue de Sergio Artero, poeta y teatrero, conocido por mi por a ver sido mi profesor de los talleres de teatro. En “El cielo nunca es el mismo” nos leyó un relato sobre la poesía y el teatro, las diferencias y similitudes que poseen. La segunda fue Eva Navarro, profesora mía de Educación, Comunicación y Sociedad en el contexto digital, con “Paisaje que nunca duerme”, fue la que más me gusto, nos hizo un paseo de sus viajes, los que le han inspirado a escribir y le han ayudado a ser como es.  A mi la historia que más me apasiono fue la que vivió en Azerbaiyán, con esa gran persona que es Lyubitʹ. La última de la mano de Ramón Mayrata, “Los tiempos de la ciudad”, nos recorrió del paso del tiempo en la ciudad a través de un relato y usando nuestra imaginación. Para finalizar, en el coloquio, un componente del público dijo una frase, la cual no recuerdo muy bien de quien era, que era “Las penurias de la vida no las curan la ciencia”.
Y así es como finalizó esta Jornada de Huellas tan interesante que transcurrió estos días. 

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